El FC Barcelona celebrará elecciones presidenciales el próximo 2021, momento en el que se pondrá fin a la presidencia de Josep Maria Bartomeu, tras seis años al frente de la entidad blaugrana. Un presidente que nunca ha tenido ni la simpatía, ni el apoyo del sector secesionista, a pesar de defender públicamente el derecho a decidir, el rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña o visitar personalmente a los políticos presos.
El independentismo lleva tiempo engranando la creación de una estrategia para controlar el FCBarcelona, saben que es el mejor escaparate mediático y quieren aprovechar la repercusión que ofrece el Barça a nivel mundial y, en especial, figuras como Leo Messi, para abrir una oportunidad que les dé notoriedad para sus acciones a favor de la independencia.
La estrategia pasa por trabajar el modelo de Eines de País, vinculado a la Assamblea Nacional Catalana (ANC), con el objetivo de ir sumando de forma silenciosa instituciones que fomenten el apoyo al secesionismo. Adversidades como la pandemia de COVID-19, la crisis económica y la división política del bloque secesionista en Cataluña, con la convocatoria de unas elecciones autonómicas el próximo otoño, no ayudan a los intereses independentistas, que verán cómo las movilizaciones de la Diada (11 septiembre) de este 2020 no se pondrán convocar por la situación de prevención sanitaria motivada por el coronavirus.
Lo de menos es el fútbol
El independentismo considera al Barça clave por su potencial económico e internacional y lleva años trabajando el terreno para hacerse con su control. Con Joan Laporta casi lo consiguen pero la democracia interna del club deja la última palabra a sus socios y ese es un escollo difícil de cambiar.
En los últimos años, el separatismo ha intentado vincular los éxitos del Barça con el camino a seguir en la independencia. La ANC ha realizado acciones como repartir esteladas, globos amarillos, desplegar pancartas sobre la autodeterminación o promover aplausos cada minuto 17.14. Pero las últimas acciones en el Camp Nou durante el Barça – Real Madrid (diciembre 2019), convocadas por Tsunami Democràtic, no gustaron a buena parte de la afición azulgrana. El Clásico fue interrumpido por el lanzamiento de balones al terreno de juego por miembros de la entidad separatista anónima organizadora de las algaradas producidas en Barcelona tras la sentencia del procés a mediados del pasado mes de octubre. Durante el Clásico, además, se registraron incidentes en el exterior del estadio, que provocaron el cierre de las puertas en la zona sur, impidiendo la salida de los aficionados por las puertas de Travessera de Les Corts.
Puigdemont, Canadell, Laporta y Roures
Hace un año, Eines de País consiguió por sorpresa ganar las elecciones de la Cambra de Comerç de Barcelona, que ahora preside el empresario Joan Canadell (Petrolis Independents), persona cercana al círculo de Carles Puigdemont. Según informaciones publicadas esta semana en El Confidencial, el propio Joan Canadell, estaría mediando para integrar en una sola candidatura al empresario Víctor Font, de momento único precandidato oficial a la presidencia blaugrana, con el abogado y expresidente del Barça, Joan Laporta.
Una información que el propio Font ha negado, calificándola de «rotundamente falsa y no contrastada». En sus redes sociales aseguraba: «Seguimos construyendo un proyecto transversal que aglutine el máximo talento dentro del barcelonismo. Sólo así haremos frente a los retos mayúsculos que tenemos los próximos años».
La información también situaba al presidente de Mediapro, Jaume Roures, como otro de los impulsores de esta candidatura que estaría maniobrando para conseguir la unión de Font y Laporta.
El empresario audiovisual busca recuperar la influencia que perdió tras la marcha de Laporta del Barça. La llegada de Sandro Rosell a la presidencia del Barcelona en 2010 y después la candidatura continuista de Bartomeu en 2015, provocaron que la junta directiva aprobara la venta de los derechos de televisión del primer equipo a Movistar, poniendo fin a los seis años de vinculación con Mediapro.
Víctor Font y sus vínculos con el independentismo
En próximos meses empezaremos a conocer todos los nombres que optan a la presidencia del club blaugrana. De momento, el único confirmado es el del empresario Víctor Font, responsable y cofundador de Delta Partners y accionista, fundador y consejero del diario Ara.
Los vínculos de Font con exdirectivos azulgrana también serán un punto interesante a observar en un futuro. Es íntimo amigo de los exvicepresidentes del Barça, Ferran Soriano, director ejecutivo del Manchester City desde 2012, y también de Marc Ingla, director general del Lille francés. Ambos intentaron hacerse con la presidencia del Barça en pasadas elecciones y ahora no se descarta que Font cuente con ellos en un futuro si consigue alcanzarla.
A través del consejo de administración del diario Ara, también tiene un estrecho vínculo con los empresarios catalanistas Ferran Rodés (Havas Media) y la familia Carulla, que recientemente han vendido sus acciones del Ara a Ferrán Rodés. Otros de los impulsores y accionistas del rotativo catalán cercanos a Font son los periodistas nacionalistas Toni Soler, Albert Om, Xavier Bosch y Antoni Bassas, este último participando activamente en los actos públicos de la candidatura de Sí al futur, ejerciendo de maestro de ceremonias durante la presentación oficial de la candidatura de Víctor Font en marzo de 2019.
Recientemente Font aseguraba: «El Barça no es una herramienta para hacer política, pero tampoco puede renunciar a lo que es. Sus raíces son catalanas y eso forma parte del ADN. Debemos estar al lado de la voluntad mayoritaria del pueblo. Ahí debe situarse el club». Un mensaje ambiguo que, sopesado a la trayectoria de Font, admirador de Artur Mas y con vínculos muy cercanos al independentismo a través del Ara, dejan vislumbrar cuál puede ser el futuro del Barça si su candidatura consigue llegar a la presidencia del club.
Font ya intentó en 2015 presentar candidatura a la presidencia del Barcelona, pero no consiguió ni siquiera ser precandidato. Ha tenido que esperar hasta 2018 para organizar una lista bajo el lema Sí al futur. Un lema idéntico al utilizado por la ANC en 2017 para promover el referéndum del 1 de octubre con aquel Sí a la independencia. Sí al futur. Coincidencias curiosas, más cuando las gasolineras independentistas de Canadell también han utilizado el Sí como logo.
A Font parece que le incomoda que lo vinculen con Laporta, ya que su candidatura no está consiguiendo la notoriedad esperada después de dos años y a pesar que en algunos programas deportivos de TV3, de manera subliminal, hablan de Víctor Font como el candidato de futuro.
Pero en el entorno de la candidatura preocupa el desconocimiento del candidato frente a perfiles como los de Joan Laporta o el posible recambio de Bartomeu, que tendrá un año para promocionarse, y ya se sabe que, si los éxitos deportivos llegan al Camp Nou, el socio culé es conservador por naturaleza, un hecho que pueden mermar las intenciones de una candidatura alternativa frente a la continuista de Bartomeu.