El giro al centro de Ciudadanos levanta pasiones. No es un mal indicio para un partido que el 10 de noviembre era lo más parecido a un cadáver. El protagonismo no le garantiza sobrevivir y consolidar un espacio propio, pero es una condición necesaria para intentarlo. Y para que el cambio de rumbo sea creíble, y llegue a la ciudadanía, necesita mantenerse en el tiempo. Y, francamente, nada más inocuo, pero más efectivo, que apoyar la prórroga del estado de alarma, que se hubiera producido, en cualquier caso, y que es apoyada por una mayoría amplia de la población. Escuchando a los críticos internos y externos parecería que lo que esta en juego es la pervivencia del actual gobierno.
Que del voto de Ciudadanosdepende una moción de censura que puede resultar victoriosa. Nada más lejos de la realidad. Lo único que puede hacer tambalear al gobierno son sus discrepancias internas, y más concretamente, una decisión del propio PSOE lo que no es previsible que ocurra, al menos a corto plazo. Ya vemos que Podemos se adapta con rapidez a los beneficios del poder y ya no les hace ascos a las puertas giratorias ni a integrarse en Instituciones como la CNMV. No serán los populistas de izquierdas los causantes de ruptura alguna. Ni ERC convertida en la nueva CIU. Los republicanos no sólo se han convertido en adictos a el “peix al cove” si no que también aceptan participar con alegría en instituciones tan españolas y capitalistas como la CNMV, a la espera que PSC y Comunes le den la presidencia de la Generalitat. ¿Dónde quedan los 18 meses que decía Rufián que iba a permanecer en el Congreso?
Por otro lado, el supuesto desgaste del PSOE no acaba de hacer arrancar al PP, al menos según la mayoría de encuestas, por lo que la manera más plausible de hacer viable en el futuro una mayoría parlamentaria diferente a la actual es la existencia de un partido de centro que recoja el voto moderado que, sin duda, recibió el partido socialista el pasado 10 de Noviembre y que la política de alianzas con Podemos y el independentismo vasco y catalán sin duda acabará alejando. Este voto difícilmente dará el salto al actual PP, especialmente si los populares se preocupan más de cubrir su flanco derecho de las acometidas de VOX que de mirar al centro.
Podemos se adapta con rapidez a los beneficios del poder y ya no les hace ascos a las puertas giratorias ni a integrarse en Instituciones como la CNMV
Como he dicho el principal problema de Ciudadanos es hacer creíble su giro. Y a esta misión ayudan, aunque no sea su objetivo, los ataques de algunos representantes de otras formaciones políticas, desde ERC al PP, y de relevantes militantes del propio partido que han anunciado su baja recientemente. En el seno de Ciudadanos coexisten militantes de sensibilidades dispares y si la apuesta de Rivera causo bajas y desaliento en los más identificados con el centro y centro izquierda, el nuevo rumbo esta causando unas consecuencias parecidas en los militantes situados más a la derecha. Es inevitable. Sobre todo, porque Ciudadanos carece de un corpus doctrinal consolidado y, además, la militancia nunca fue objeto de atención. La nueva dirección no debería caer en el mismo error.