Ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya y PDD por el IESE, Carlos Grau es el director de la Mobile World Capital. Antes, trabajó en HP, Accenture, Telefónica y Microsoft en Cataluña, de la cual fue director general. En los últimos años, ha centrado su actividad en la innovación, liderando proyectos como Biid, una start up centrada en la identidad móvil, o Step One Ventures, fondo de capital riesgo que invierte en compañías tecnológicas con potencial de crecimiento. Ha sido mentor para emprendedores en Barcelona Activa y en el programa de aceleración Startupbootcamp IoT Data. Sin duda, un interlocutor idóneo para evaluar oportunidades y riesgos de la nueva etapa que se abre para emprendedores y empresas.
¿Cómo se ha adaptado la tecnología móvil al Covid-19?
Lo primero, hemos visto que tenemos una red de telecomunicaciones de gran capacidad, que ha multiplicado su tráfico entre 6 y 7 veces y ha demostrado estar preparada para responder cuando sea necesario. Se ha observado también mucha solidaridad y flexibilidad por parte de la industria, en temas como, por ejemplo, la fabricación de respiradores para los hospitales. Las videoconferencias empiezan a generalizarse, no sólo para trabajar sino para relacionarse con amigos y familiares o hacer actividades. La gente mayor empieza a sacar más partido de las tablets. Y, en general, la tecnología ha sido la herramienta de una sociedad más solidaria.
¿Qué nuevas oportunidades de negocio brindará la tecnología móvil a empresas y emprendedores
Hay dos activos que nos permiten brillar a nivel internacional. Uno, como decía, es nuestra red de telecomunicaciones, una de las más densas de Europa. Y otro es la excelencia científica. Somos la doceava potencia mundial en publicaciones científicas. Tenemos centros de investigación y científicos que están en la élite internacional. Por eso, una de nuestras grandes oportunidades es conseguir que esta excelencia científica se traspase a la industria.
¿Qué están haciendo para conseguirlo?
En la Fundación MWC, organizamos el programa The Collider, cuyo objetivo es vincular el talento científico con el talento emprendedor y atraer también a grandes corporaciones. El objetivo es hacer pilotos de innovaciones con base tecnológica en Barcelona. Está localizado en el Pier 01, en el Palau de Mar. Se organizan equipos de trabajo compuestos por científicos, emprendedores y expertos en operaciones, en coordinación con proyectos de investigación universitarios, como el centro de visión por ordenador de la UAB o las diversas áreas de la UPC relacionadas con inteligencia artificial. Ya hay 9 empresas activas creadas a partir de este programa. En estos momentos, tiene una Call abierta.
Somos la doceava potencia mundial en publicaciones científicas. Tenemos centros de investigación y científicos que están en la élite internacional
¿Qué soluciones móviles definirán nuestro futuro?
Se nos presenta una gran oportunidad desarrollando soluciones con la red 5G, que hará posibles importantes cambios en el ámbito social y de la salud. La tecnología 5G es un posicionamiento estratégico de la Unión Europea y una tecnología de la cual Barcelona será ciudad laboratorio. Recordemos que el año pasado en Cataluña fuimos los primeros en hacer una operación de colon mediante 5G
Háblenos de oportunidades concretas
Por ejemplo, en la salud, tanto en la monitorización como en la diagnosis y el tratamiento, algo que empieza a verse en la lucha contra el cáncer de colon. O en el ámbito social, por ejemplo, con los robots que ayudarán a asistir a la gente mayor utilizando inteligencia artificial con aprendizaje, para adaptarse a cada persona y aportarles alegría y compañía. También en la industria del entretenimiento, que verá incrementadas sus posibilidades y su marco de acción.
¿Y en el transporte?
En los FGC, el futuro Tram entre Gran Via, Plaza España y L»Hospitalet dispondrá de 5G como laboratorio europeo de pruebas. Integrará todas las señales en una sola red de alta velocidad con respuestas automáticas a tiempo real entre los vagones, la máquina y las vías. HAsi hará posible la reducción de costes, menor tiempo de gestión, mayor seguridad y los usuarios dispondrán de contenidos de altísima calidad.
La tecnología 5G es un posicionamiento estratégico de la Unión Europea y una tecnología de la cual Barcelona será ciudad laboratorio
¿Qué otros sectores se verán favorecidos por el 5G?
El 5G también será un habilitador de la tecnología Blockchain y la Inteligencia Artificial. En la Unión Europea, el 5G hará posible la creación de 2.300.000 puestos de trabajo. Tenemos que aprovechar esta oportunidad.
¿Ha favorecido el 5G la expansión del Covid-19?
No existe un vínculo entre el 5G y el virus.
¿Qué valor real da el Mobile World Congress a la ciudad de Barcelona?
Nuestro objetivo como Mobile World Capital es maximizar el legado fruto de la capitalidad mundial de las tecnologías del móvil. Y no sólo legado económico. El Congreso genera cerca de 500 millones de Euros de actividad económica y unos 14.000 puestos de trabajo temporales, lo que en si ya significa un impacto. Pero lo importante no es la presentación de productos y tecnologías,sino en cómo se promueven acuerdos para que después pasen cosas el resto del año. Es un instrumento para conseguir que grandes empresas que buscan su hub digital open por Barcelona. Como lo han hecho Nestle, o Zurich, y unidades como la que está impulsando Novartis, quehan escogido Barcelona como área de responsabilidad a nivel europeo e internacional.
No existe un vínculo entre el 5G y el virus
Al final, el Congreso será lo de menos
Nuestro objetivo es activar esta capitalidad todo el año. El año tiene 365 días. Los 4 dias a finales de febrero o inicios de marzo, cuando llevamos a cabo estos grandes encuentros internacionales, están muy bien pero nuestro objetivo no es sólo ayudar a los organizadores del congreso, en este caso la GSMA, sino sobre todo impulsar iniciativas que dejen impacto económico y social en España.
¿Cómo cambiarán los grandes congresos en el post Covid-19?
Creo que viviremos una etapa en la que se combinará lo presencial con lo virtual, con un grado de seguridad superior y con precauciones adicionales. En los encuentros presenciales, las tecnologías jugarán un papel importante. Se utilizarán los datos de ubicación y los datos de salud para permitir la trazabilidad, enviar alarmas, acompañar a los usuarios y relacionar rápidamente a las personas con emergencias cuando sea preciso.
¿Y en el mundo virtual?
Lo anteriormente mencionado se combinará con experiencias cada vez más enriquecedoras desde el mundo online. El 5G y su potencial de alta definición favorecerá entornos digitales mucho más inmersivos. Por ejemplo, experiencias holográficas con objetos o con personas y experiencias en 3D. Viviremos un tránsito entre estos dos universos. En muchos lugares del mundo se están explorando los carnets víricos o epidemiológicos, como si fuera la cartilla de salud actualizada en el móvil. A través de un App, tus datos de ubicación pueden ser útiles para guiarte y sugerirte rutas alternativas dentro del espacio firal, para desplazarte donde hay menor concurrencia de personas.
Creo que viviremos una etapa en la que se combinará lo presencial con lo virtual, con un grado de seguridad superior y con precauciones adicionales
En Europa, la gente no aceptará que se sepa que está infectada. Todavía exigimos datos anónimos y privados.
Creo que el modelo europeo es el modelo de referencia que definirá los temas de seguridad y privacidad en el mundo. Ni el modelo chino ni el norteamericano son modelos de futuro. El sistema europeo requiere de más formación, para que todos podamos activar nuestra responsabilidad como gestores de nuestros datos. Para que podamos saber de qué manera, en qué contextos y condiciones protegemos y compartimos nuestros datos. Estoy convencido de que, si a las personas se les ofrece una mejora del sector sanitario y de la salud, primará la generosidad para compartir datos.
¿Alguna experiencia en concreto?
Estamos trabajando con Salus.Coop, una cooperativa que ha impulsado el anterior secretario de salud de la Generalitat junto a Ideas for Change. Es un proyecto que facilita la gestión personal de los datos de salud, para que la gente pueda compartir con plena libertad y conciencia sus datos en beneficio de la investigación y de la salud colectiva.
En un mundo dominado por las tecnológicas de Estados Unidos y China ¿puede Europa marcar la línea sin tener grandes empresas europeas?
Lo que tenemos es una oportunidad. Ni el modelo chino, que usa datos masivos de reconocimiento facial y ubicación de las personas para tomar luego decisiones sobre su acceso a la universidad o a las prestaciones de desempleo, ni el modelo americano de libre competencia, pero no tiene equilibrio entre esta innovación competitiva y el impacto social son soluciones aceptables. Conllevan por un mal uso de los datos, la generación de trabajos precarios y un uso desproporcionado de energía. Europa, con su modelo de protección de datos y de sociedad del bienestar debe ser el modelo de referencia del futuro del humanismo tecnológico. Tenemos todos los elementos necesarios. Porque la tecnología es importante, pero es el uso de la tecnología lo que genera las ventajas competitivas, anticipando los efectos sociales y minimizando los efectos negativos.
Europa, con su modelo de protección de datos y de sociedad del bienestar debe ser el modelo de referencia del futuro del humanismo tecnológico
Si los datos los tiene Google y el 5G lo tiene Huawei ¿lideraremos con la ética?
Tenemos que luchar para que los propietarios de los datos seamos nosotros y no Google. ¡Sí! Tenemos que poner a las personas en el centro. Y otra cosa es cómo educamos a la población para que ceda a terceros sólo los datos que le interesen y hacer un control del buen uso. El marco europeo es el marco de referencia y tenemos que buscar un equilibrio con quienes poseen los datos en los dos grandes bloques, es decir, las tecnológicas y el gobierno. ¿Quién es el propietario de los datos? El ciudadano. Y tenemos que formarle para que haga un buen uso.
El modelo económico global está en el alero. El neoliberalismo podría mutar. Pero las tecnologías ¿seguirán avanzando?
Más que antes. Si la digitalización y la innovación ya eran importantes en nuestras vidas, en la situación Covid-19 y post Covid-19 lo serán aún más. Estamos viviendo lo trascendente que es tener una teleasistencia y una telesanidad de calidad y lo necesaria que es la educación on-line a distancia. Los restaurantes que tenían líneas de productos de preparación de comida, en conexión con plataformas de distribución y de logística on-line han gestionado muy bien esta situación de crisis. Mientras, los que no estaban preparados no lo han hecho. Viene un entorno donde la digitalización y la innovación serán fundamentales.
¿Vamos a crear un mundo distópico con tantas tecnologías?
La reflexión inminente será sobre la importancia de los valores y sobre el enfoque social y humanista de las tecnologías. Es un momento de reflexión y de oportunidad. Estamos impulsando la Digital Future Society, cuyo objetivo es hacer de Barcelona la capital del humanismo tecnológico. Desarrollando temas como la inclusión digital, la gobernanza de datos, la ética a través de los algoritmos de inteligencia artificial, el futuro del trabajo, las plataformas y la lucha contra el cambio climático. Hemos lanzado también una llamada abierta «Tech & Climate» con premios y acompañamiento para proyectos que ayuden a luchar contra el cambio climático.