De nuevo, la CUP recurre a acciones radicales para reivindicar sus objetivos políticos. Si el jueves pasado la facción juvenil de la formación, Arran, quemó y realizó pintadas en un peaje de la AP-7 en Sant Sadurní d»Anoia, ayer hizo público un vídeo en las redes sociales en el que puede observarse a sus activistas sabotear varios parquímetros en Manresa. En concreto, el colectivo radical ha saboteado un total de 23 aparatos de la empresa EYSA (Estacionamientos y servicios).
??NOVA ACCIÓ?? L’@ajmanresa anunciava que es torna a posar en marxa la zona blava mentre encara seguim en la fase 0.????Tot això, tenint en compte que l’empresa que gestiona el servei, EYSA, va realitzar un ERTO a les esquenes de l’Ajuntament. pic.twitter.com/zmmq7x7sjv
– Arran Manresa (@ArranManresa) May 11, 2020
Con esta acción, Arran pretende protestar frente al cobro de la zona azul durante la fase cero de confinamiento decretado bajo el estado de alarma. Tal y como recuerda el colectivo, el Ayuntamiento de Manresa ha vuelto a recuperar el cobro de los parquímetros al considerar que «el incremento progresivo de la movilidad y el inicio de la reactivación económica en la ciudad hacen necesario que vuelva a haber espacios disponibles para el aparcamiento en rotación». Para Arran, la decisión «no tiene sentido» porque continúan existiendo «severas restricciones de movilidad».
Denuncian que la empresa haya realizado un ERTE
Asimismo, acusa a la empresa EYSA de haber declarado un ERTE entre sus trabajadores «a espaldas del Ayuntamiento» pese a que el Ejecutivo municipal había adquirido el compromiso de asumir los gastos de personal. También denuncia que dicha empresa «se embolse grandes cantidades económicas anualmente» y a la vez firme un contrato con el consistorio para «garantizar el margen de beneficio de la empresa». En este sentido, recuerda que, desde 2005, el Ayuntamiento ha pagado a esta empresa concesionaria «más de 2,5 millones de euros».
Por último, los cachorros de la CUP en Manresa recuerdan que la localidad es «una de las ciudades con la zona azul más cara» de toda España, «superando a Madrid y Barcelona». Ante esta situación, demandan que la zona azul de la localidad sea una herramienta de movilidad «municipalizada» y que los beneficios se reviertan en la mejora de los servicios públicos.