La plataforma CatCovidTransparencia lleva semanas analizando los datos de contagios y fallecidos por COVID-19 en Cataluña y ha llegado ya a una conclusión: el mitin de Carles Puigdemont en Perpignan, al que asistieron unas 100.000 personas desde Cataluña, contribuyó a agravar enormemente los efectos de la pandemia del coronavirus en esta comunidad. Y, sobre todo, en lo relativo a los centros para la tercera edad y geriátricos.
Los integrantes de CatCovidTransparencia consideran que la tasa de mortalidad del COVID-19 en Cataluña se encuentra entre «las más altas de Europa». Y acusan directamente al Govern de Quim Torra de haber ocultado los datos que demostrarían que la cita de Perpignan contribuyó significativamente a la expansión del COVID-19 en Cataluña.
17 de marzo, la clave
Se centran, sobre todo, en el pico de muertes registrado el 17 de marzo, cuando se pasó de 18 fallecidos a 41 en una sola jornada. A partir de entonces, comienzan a registrarse decenas de muertes a diario. Pero es ese día 17 cuando, según los integrantes de esta plataforma, se dan situaciones tan significativas como que haya «tantos muertos que la ocupación de las UCIs bajara«. «Se liberan más camas de UCI de las que se crean», añaden, «algo que no se detecta en ningún país». Es decir, en plena subida de contagios y fallecimientos, en Cataluña se registró un momento en el que baja la utilización de las unidades de cuidados intensivos. Algo que los autores del análisis achacan al número de muertes producidas entonces. En los 10 días posteriores a esa jornada, las defunciones subieron un 2.500%, con 1.070 fallecimientos, de los cuales los autores del estudio consideran que un 70% tenían relación directa con el mitin de Perpignan.
CatCovidTransparencia recuerda también que todas las regiones sanitarias catalanas, salvo la de Barcelona centro, registraron su primer fallecido por la pandemia entre los días 17 y 19 de marzo. Una «sincronización» que consideran «perfecta» y que, aseguran, «no se da en otras regiones europeas». Esto, a su juicio, solo puede tener como explicación «un contagio masivo común en un día«.
Los autobuses de la ANC
Los miembros de la plataforma han analizado, por otro lado, cuestiones como los transportes utilizados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para enviar a los manifestantes independentistas a Perpignan. Más de la mitad acudieron a la cita con Puigdemont a bordo de autobuses organizados por la ANC y que, en su mayoría, partieron de diferentes puntos de las comarcas del Barcelonés, Gironés y Cataluña Central. Justo las que más contagios y fallecimientos registraron, según la plataforma, desde el inicio de la pandemia y hasta el día 17 de marzo.
En esa jornada clave, la del 17, el número de fallecimientos por cada 100.000 habitantes según comarcas parece dejar claro que existe una relación entre Perpignan y la propagación de la enfermedad. El dato más elevado lo registra Cataluña central (sin contar Igualada), con 5,4 muertes. Le siguen Barcelonés, con 4,8 muertes y Girona, con 3,3. Solo Tarragona y las Terres de l’Ebre registran menos de un fallecimiento por 100.000 habitantes. Justo las zonas de las que menos autobuses de la ANC partieron con destino a Perpignan. «Esta repartición por primeras muertes», indican los autores del análisis, «corresponde al lugar de salida de los manifestantes por regiones sanitarias» y basándose en el mapa de autobuses publicado por la ANC con motivo del evento de Perpignan.
Manifestantes y geriátricos
Los autobuses fueron, según CatCovidTransparencia, el principal foco de contagio. Contagios que pudieron suceder de diferentes maneras. Consideran que, por ejemplo, contagiados previamente en Igualada subieron a autobuses y contagiaron al resto del pasaje. Otros contagiaron a más manifestantes durante el mitin de Puigdemont. Y, a su vuelta a Cataluña, muchos de ellos llevaron el COVID-19 a geriátricos y centros para la tercera edad al ir a visitar a sus familiares cuando aún no eran conscientes de estar enfermos.
Se produjo así una primera ola de contagios que, según este análisis, pudo provocar unos 400 fallecimientos entre el 17 de marzo y las dos semanas posteriores. Perpignan provocó, además, una segunda ola, con gente que fue ya contagiada en Cataluña por los manifestantes y que tiene como consecuenca el pico de fallecimientos registrado entre los días 21 y 22 de marzo. Y causó una tercera, que fue más suave. Entre las tres, los fallecimientos podrían llegar a sumar unos 700. Sin embargo, los autores del informe aseguran que, de estos, solo 57 se registran en Igualada. Algo que, afirman, sirvió al Govern par comprobar que el brote realmente grave de COVID-19 se había expandido por toda Cataluña desde Perpignan.