El Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) de este jueves 30 de abril publica la Ley 4/2020, de 29 de abril, de Presupuestos de la Generalitat para 2020, y la Ley 5/2020, de 29 de abril, de Medidas Fiscales, Financieras, Administrativas del Sector Público (conocida como Ley de Acompañamiento).
La historia de los Presupuestos de la Generalitat, desde 2017, es la historia de un perfecto desgobierno. Y el resultado final, es decir, las dos leyes publicadas en el DOGC de este jueves, constituyen un hecho perfectamente surrealista. Veamos.
El último Presupuesto aprobado por la Generalitat fue el del año 2017 (Ley 4/2017, de 28 de marzo). A finales de 2017 se aplicó el artículo 155 y hubo elecciones autonómicas. En 2018 el Sr. Torra fue elegido President. En ese año 2018 no se consiguió aprobar ningún Presupuesto y la Generalitat funcionó con el Presupuesto de 2017 prorrogado. En el siguiente año 2019 tampoco se consiguió aprobar ningún Presupuesto y se siguió funcionando con el Presupuesto de 2017 nuevamente prorrogado.
¿Por qué decimos que la historia de estos tres años sin Presupuesto es la historia deun perfecto desgobierno? Sencillamente, porque el Presupuesto es la expresión numérica del proyecto económico-social que el Govern ofrece a los catalanes. Arrastrar tres años sin conseguirlo demuestra que el Govern ha sido incapaz de generar el consenso necesario para activar esa herramienta tan vital. Y que ha optado por instalarse en un activismo excluyente y totalmente estéril para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos.
Ahora, por fin, gracias al acuerdo Govern-Comuns de diciembre de 2019, el Parlament ha conseguido aprobar los Presupuestos de 2020, junto con la Ley de Acompañamiento. Ambas leyes llevan fecha de 29 de abril de 2020.
Esto sería una buena noticia (por fin, algo de sensatez en Cataluña) si no fuera porque, durante el tiempo de tramitación de la Ley, ha irrumpido en el mundo una calamidad que ha puesto patas arriba todas las previsiones presupuestarias. Es, obviamente, el estallido del coronavirus.
La Ley de Presupuestos publicada hoy no tiene en cuenta para nada los efectos de lapandemia. Es increíble, pero es así. Los ingresos previstos y los gastos autorizados son los mismos que se diseñaron en diciembre de 2019, cuando nadie se imaginaba lo que iba a pasar.
Por el lado de los ingresos previstos:
- El ingreso más importante de la Generalitat es el tramo autonómico del IRPF, que es algo más del 50% de la recaudación total del IRPF en Cataluña. El importe presupuestado para 2020 por este concepto es 11.575 millones, lo que supone un 10% más de lo recaudado en 2019. ¿Cómo es posible mantener esta cifra cuando las previsiones menos pesimistas pronostican en 2020 una caída del10% del PIB en Cataluña y en toda España? La triste realidad es que por este concepto se recaudarán unos 2.200 millones menos de lo presupuestado. Con suerte.
- El segundo ingreso más importante es el 50% del IVA recaudado en Cataluña. El ingreso presupuestado es 7.705 millones, un 6% más de lo recaudado en 2019. Con una caída del 10% en el PIB, esa previsión es otro disparate. La triste realidad es que Cataluña recibirá por IVA unos 1.200 millones menos de lo presupuestado. Con suerte.
- Lo que sí se va a aplicar es el estacazo que se ha aprobado en el Impuesto sobreSucesiones.Como hemos explicado en artículos anteriores, a partir de la entrada en vigor de la Ley de Acompañamiento (1 de mayo de 2020), se reducen drásticamente las bonificaciones sobre la cuota que existían hasta ahora. En resumidas cuentas, un heredero mayor de 21 años verá multiplicada por siete la cuota a pagar. Es un auténtico estacazo. Y llama la atención que no se haya previsto absolutamente nadapara las herencias causadas por los muertos por el coronavirus. Sobre todo, por el susto que se van a llevar los herederos mayores de 21 años cuyo causante haya muerto a partir de 1 de mayo de 2020. Esto va a traer cola.
- Es increíble que se mantenga tal cual el Impuesto sobre Estancias en Establecimientos Turísticos (la tasa turística), por el que se estima recaudar 82 millones (21 millones más que en 2018). En Barcelona, por cada noche en un hotel de 5 estrellas se pagarán 3,50 euros (en lugar de 2,25). En un hotel de 4 estrellas, 1,70 euros (en lugar de 1,10). Y encima se faculta al Ayuntamiento de Barcelona para establecer un recargo hasta un importe de 4 euros adicionales. ¿Cómo es posible poner esto en una ley cuando la industria turística está hundiéndose literalmente? ¿De qué pasta están hechos los que aprueban estas cosas?
El surrealismo es igual de impactante por el lado de los gastos presupuestados:
- ¿Cómo es posible, después de lo que ha pasado en la salud pública desde el estallido del coronavirus, mantener el presupuesto del Departamento de Salud en el mismo importe de 9.716 millones? El gasto va a ser muy superior.
- Lo mismo cabe decir del gasto presupuestado en Trabajo y Asuntos Sociales. Se va a gastar mucho más de los 3.411 millones presupuestados.
- En consecuencia, el prometido déficit cero de estos Presupuestos es un sarcasmo. La caída de ingresos será tremenda. Y de parecido calibre será el aumento de gastos en salud y prestaciones sociales. El déficit superará el 10%.
Conclusiones
- La Ley de Presupuestos publicada en el DOGC este jueves nace muerta. No tiene en cuenta el cataclismo del coronavirus, que ha calcinado todas las previsiones de ingresos y gastos. Esta ley no sirve absolutamente para nada. Final surrealista después de tres años de desgobierno.
- ¿Para qué ha aprobado el Parlament esta Ley? ¿No hubiera sido más lógico devolverla y encomendar al Govern la elaboración de otra basada en términos realistas? Evidentemente. Pero hay otros objetivos. La aprobación de esta Ley es el disparo de salida para que el President convoque elecciones, cosa que podría ocurrir en otoño (si el coronavirus lo permite). Recordemos también que el Tribunal Supremo tiene pendiente el recurso sobre la inhabilitación del Sr. Torra.
- Lo que sí va a entrar en vigor de verdad, aparte del estacazo en Sucesiones, es el regalo de última hora hecho a los líderes del procés. Como ya hemos comentado en otro artículo, a partir del 1 de mayo de 2020, las personas físicas que reciban donaciones efectuadas por Fundaciones y Asociaciones de interés general, hayan sido o no declaradas de interés público, gozarán de una reducción del 95% en la base imponible del Impuesto de Donaciones.
En pocas palabras, los donativos efectuados por entidades tipo Caixa de Solidaritat a los políticos con problemas económicos que deban afrontar gastos por costas, multas, embargos, pérdida de ingresos, gastos en el exilio, etc. no tendrán casi ningún coste fiscal en el Impuesto de Donaciones de dichos políticos. Recordemos que se acumulan las donaciones recibidas en un período de 3 años y que, por ejemplo, una donación de 400.000 euros tributa al 28%.
Pocas voces se han alzado contra este regalo. ¿Habrá un recurso de inconstitucionalidad? ¿del Gobierno Central? ¿de 50 diputados? Veremos.