Durante los últimos cuatro años, la brecha salarial ha pasado del 23,4 al 23% en Cataluña, por encima de la media detectada en el conjunto de España. Las mujeres catalanas cobran, de media anual, 6.522 euros menos que los hombres, según datos del año 2017 facilitados durante la presentación de la Guía para la Igualdad Retributiva en la sede de PIMEC, en Barcelona. El encuentro ha comenzado con las intervenciones de Lluís Bahamonde, adjunto a Presidencia de PIMEC, quien ha dado paso a Mireia Mata, directora general de Igualdad del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya.
La diferencia retributiva por género solo ha bajado cuatro décimas en los últimos cuatro años, por lo que todavía queda mucho trabajo por hacer, según Mireia Mata. «A partir de los 35 años empieza a caer la retribución salarial femenina, si se compara con los hombres sénior en activo (50 años). Y ya sabemos que el cálculo de pensiones se realiza sobre los últimos años cotizados. Por lo tanto, un gran número de mujeres vive en precario y en el umbral de la pobreza», ha lamentado la directora general de Igualdad ha lamentado la directora general de Igualdad del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya. Una brecha salarial que se aprecia en «todos los sectores de actividad» y que es imperativo «cerrar», para evitar discriminaciones en el lugar de trabajo y en la sociedad. «Es necesario que ninguna mujer se sienta como un ciudadano de segunda categoría, para que todas las personas podamos ser libres», ha resaltado Mata, quien ha explicado que la Guía para la Igualdad Retributiva da pistas sobre los principales responsables de esta diferencia salarial, pero también cómo abordarla.
Mujeres en «trabajos de oficina», con tendencia a desaparecer
El encuentro ha incluido una mesa redonda en la que han participado también Raquel Serrano, doctora en Derecho y profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la UB; Bet Puigjaner, representante de Inspecció de Treball y Àngels Pujols, secretaria del Consell de Relacions Laborals. Por parte de PIMEC también han intervenido Iolanda Piedra, presidenta de la Comissió Dona i Empresa; Anna de Quirós, vicepresidenta de la Comissió Dona i Empresa e Itziar Ruedas, responsable de Igualdad.
Raquel Serrano ha advertido que un gran número de mujeres ejerce tareas de secretariado y trabajos de oficina «poco cualificados» y con tendencia a desaparecer, a medida que avanza la inmersión digital. «Muchas mujeres desarrollan trabajos de rango bajo y medio, mal remunerados, y con dificultades para ascender y promocionarse. En el polo contrario, las féminas que ejercen ocupaciones cualificadas y bien retribuidas también tropiezan, a menudo, con ese techo de cristal que tampoco las deja prosperar. La mayoría de cargos directivos todavía los suelen ocupar los hombres», ha comentado. Por añadidura, las matriculaciones femeninas en carreras STEM que permitirían llevar a cabo trabajos tecnológicos y de programación apenas llegan al 3% en todo el mundo.
A la segregación vertical, dentro de las posiciones jerárquicas medias y bajas, y horizontal, que pone en peligro la ocupación femenina y de la sociedad en general, se suma la desigualdad en el cuidado de familiares (niños, ancianos y personas dependientes), prácticamente femenino a día de hoy. Las mujeres todavía se encargan del cuidado de los hijos durante el 75% de la jornada: «Interrumpimos nuestras carreras para ser madres y cuando nos reincorporamos al mercado laboral, lo hacemos en horario parcial o reducción de jornada». El peso de unos factores u otros también varía según el sector, por eso el abordaje debe ser intersectorial, a partir de las condiciones de trabajo reguladas en cada convenio.
Diferencias salariales superiores al 25% en un mismo puesto de trabajo
Durante el año pasado, la Inspección de Trabajo de Cataluña (ITC) llevó a cabo 32 actuaciones y levantó 12 actas de infracción por discriminación de género en el acceso a la ocupación, sancionadas con 103.000 euros. Además, se levantaron 8 actas de infracción por discriminación (incluida brecha salarial) por un importe de 135.000 euros, tal y como ha confirmado Bet Puigjaner, inspectora de la ITC, durante este encuentro. Para este año, se han planificado 42 actuaciones por discriminación de género en el acceso a la ocupación (20 en Barcelona). En términos de discriminación salarial, y tras la modificación normativa del Real Decreto Ley 6/2019, las empresas de más de 50 trabajadores deberán explicar porque existe una diferencia retributiva superior al 25% entre hombres y mujeres del mismo lugar de trabajo y que ejerzan una ocupación del mismo valor. Justificación que deberá ser «objetiva y razonada», en opinión de Puigjaner. En este sentido, se espera llevar a cabo 89 actuaciones en Cataluña en lo que queda de año, 60 en Barcelona. «La mayoría de casos en los que intervenimos parten de quejas de trabajadoras que acreditan cobrar menos que sus compañeros masculinos haciendo el mismo trabajo en el mismo departamento. También de colectivos que asegurar percibir menos salario que otros, por pluses que no están suficientemente justificados», ha declarado.
Por su parte, Àngels Pujols, secretaria del Consell de Relacions Laborals, formado por las principales organizaciones sindicales (CCOO y UGT), las patronales más representativas (PIMEC y Foment del Treball) y la Generalitat de Catalunya, ha dado a conocer en qué consiste esta Guía, adaptada en su momento al Real Decreto Ley 6/2019. «En consecuencia, es un instrumento útil para romper con la brecha salarial en nuestras empresas y contribuir al cumplimiento de las obligaciones legales vigentes«. Pujols ha destacado que se trata de una guía práctica, fácil de utilizar y alejada de otros documentos similares más científicos y complicados, pensando en las pymes, el 99% del tejido empresarial catalán.
El Real Decreto 6/2019 ha supuesto un avance importante en materia de igualdad, según Itziar Ruedas, responsable de Igualdad de PIMEC. Ahora las empresas de más de 50 trabajadores están obligadas a tener un plan de igualdad, que incluye un diagnóstico y un plan de actuación. Aun así, la igualdad retributiva es una obligación independiente del plan de igualdad, de manera que todas las empresas deben disponer de un registro salarial por género y categorías de trabajo. «Es importante que no veamos las medidas en materia de igualdad como obligaciones que pueden tener infracciones graves, sino como oportunidades para hacer caminar a las empresas hacia una nueva manera de ser».