El presunto asesino de tres personas en Ciutat Vella se encuentra en prisión provisional, comunicada y su fianza por acusado de cometer tres delitos de homicidio doloso, un delito de incendio, dos delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones y amenazas.
El juzgado considera que existen suficientes indicios por el momento de la participación en los hechos del detenido, a los efectos de adoptar esta medida cautelar, que puede ser recurrida.
El hombre sueco carece de antecedentes penales, pero debido al sangriento reguero dejado en el centro de Barcelona, se «evidencia un elevadísimo potencial lesivo mortal y una extrema agresividad y peligrosidad del detenido, que permiten pronosticar sin demasiado riesgo de error una posible reincidencia delictiva, según ha reseñado el juez.
El presunto asesino no tiene arraigo conocido en España afronta ahora «elevadísimas penas» y por tanto hay un alto riesgo de fuga. Al no tener un claro domicilio en España, el juez entiende que podría «eludir la acción de la justicia provocando con ello una dilación del proceso por tiempo indeterminado que redunda, sin duda alguna, en perjuicio de la prueba».
El reguero sangriento
En concreto, y por orden cronológico, en el primer hecho, sucedido en la calle Portal Nou, existen numerosos testigos que pudieron observar al detenido saliendo de la vivienda justo cuando se detectó el humo del incendio, por la fachada, «una vía inusual», existiendo incluso imágenes grabadas por uno de los testigos, en las que se puede ver a una persona cuya vestimenta y rasgos físicos coinciden con el detenido, según apunta el juez.
Según las pesquisas, en el interior de ese inmueble en que se halló a una persona muerta con claros signos de violencia se encontró también una mochila del detenido con «objetos que lo vinculan claramente con la víctima y ese domicilio».
El segundo ataque mortal, ocurrido en las inmediaciones del Museo Picasso, se incautó también en la mochila del detenido objetos, documentos y vestigios que llevan a concluir su participación directa en la agresión mortal.
Un robo de una moto entre el segundo y tercer asesinato
Poco después, robó una motocicleta, muy cerca del lugar del Museo Picasso. En las inmediaciones de la Plaza San Jaume, y con el casco de moto puesto, acuchilló a un trabajador del Ayuntamiento, que ha fallecido. En este caso, existe un testigo directo de la acción del investigado, que pudo verle clavándole el cuchillo en el abdomen.