La carambola se ha producido. Quim Torra ha sido inhabilitado por el TSJC y la inmunidad otorgada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) a Oriol Junqueras tiene efectos sobre Carles Puigdemont de cara a poder concurrir en unas elecciones al Parlament, aunque evite pisar suelo español.
Ante esta tesitura, las bases de ERC han emitido un comunicado en el que piden a la dirección «frenar toda negociación con el PSOE» para facilitar la formación de un Gobierno de coalición entre los socialistas y Podemos. La prioridad ha pasado a ser Cataluña y la pugna con sus principales adversarios en el eje nacionalista: JxCat.
En paralelo, los mayores perjudicados tienen nombre propio, Pedro Sánchez y Miquel Iceta. El primer secretario del PSC hace tiempo que trabaja para repetir un tripartito junto a los comuns y ERC en la Generalitat. Asimismo, el anuncio de Torra de pedir el apoyo al Parlament contra su inhabilitación obligará a ERC a votar a su favor y a desmarcarse del PSC.
Fiscalía se opone a la excarcelación
La dirección de ERC está esperando a que Fiscalía y Abogacía del Estado se pronuncien para reconsiderar las negociaciones con Sánchez. De momento, el Ministerio Público ya ha avanzado que se opone a la excarcelacióndel líder de ERC y pide que se mantenga la inhabilitación.
Quien tampoco ha esperado en pronunciarse ha sido el Parlamento Europeo. Su presidente, David Sassoli, ha pedido a «las autoridades españolas competentes» que cumplan con el fallo de la justicia europea. En la misa línea, ahora es el turno de la Eurocámara valorar si Junqueras puede ejercer como eurodiputado.
Una victoria para JxCat
El nacionalismo ve en la decisión del tribunal europeo una victoria para sus intereses. A efectos prácticos, sin embargo, el más beneficiado puede ser Puigdemont. La marcha de Torra de la vida política y la posibilidad de que sea el líder de JxCat quien concurra en unos comicios autonómicos puede cambiar los pronósticos que manejaban los republicanos.
Con todo, la conformación de un Ejecutivo antes de fin de año se aleja. La inminencia del congreso de ERC este sábado con su militancia y las posiciones de la justicia española ante este varapalo de la UE marcarán los pasos de la dirección republicana hacia un sentido u otro. Ahora la pelota está en el tejado del presidente del Govern y su capacidad de llamar a los catalanes en las urnas.